algunas veces lo hace, elevarse hasta el nivel del sacrificio deliberado por el bien de otros. Esto se exhibe en la relación de familia —el padre por el hijo o el hijo por el padre. O tal sacrificio puede manifestarse por parte del amigo para el amigo, del patriota para su país, o en muchas otras relaciones humanas. Luego, este poder se ve en su mejor expresión solamente donde el hombre ha sido purificado del pecado y atraído a la comunión con Dios en Cristo. La demostración suprema de semejante
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